domingo, 29 de septiembre de 2013

NECESITO TIEMPO

En el mes de Mayo de 1993, luego de 7 meses de noviazgo me informa que se va a ir de viaje con los compañeros de la Facultad por 4 días a las Cataratas.
En ese entonces yo tenía 25 años y ella 19.
Se fue un viernes y volvió un martes, por lo tanto la noche de su regreso fui a su casa para encontrarnos nuevamente.
Al llegar toqué el timbre una vez y nadie respondió, como hacía mucho frío volví a tocar y fue su padre quien abrió la puerta.
Al entrar la vi, estaba jugando con un video juego(Gálaga), frente al televisor con el control entre sus manos.
Al verme esbozó un trucho:
-"ah, hola mi amor", y volvió a girar su cabeza hacia el televisor para seguir jugando hasta perder la última nave (unos 10 minutos).
Cuando terminó me saludó con un frío beso en la mejilla y me invitó a subir a su cuarto porque quería que habláramos.
Mi corazón latió más fuerte de lo normal anunciando lo que sucedería mas tarde.
-"Necesito un Tiempo", fue su frase.
Ante semejante recibimiento le dije que para mí los tiempos no existían, que si tenía dudas la cortáramos sin más vueltas.
-"Bueno, está bien", me respondió.
Así de simple.
Entonces agarré mi campera, me despedí de sus padres, de ella y regresé a mi casa sin poder creer lo que acababa de suceder.
Después de 3 semanas fui a un Cantobar que solíamos frecuentar.
Cuando estoy entrando el pibe que vendía las entradas me detiene y me dice: -"mirá que está tu ex".
Y yo le respondo:
- "¿y que problema hay?, haciéndome el canchero.
-"Que está acompañada", responde él.
Para confirmarlo y hacerme el héroe entré igual, la saludé a ella, lo saludé a él y después de eso me quedé media hora en el lugar.
Pareció una eternidad.
"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida", dice la canción.
Hoy puedo contarlo y reírme pero en ese momento no me causó la más mínima gracia.

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