jueves, 7 de noviembre de 2013

SU ALCOHOLISMO DESTRUYO NUESTRA RELACION


Hola. mi nombre es Pedro soy de Chile, de una cuidad pequeña en el norte. Les contaré mi historia de amor. Nos conocimos un día en la noche, ya iba a ser la una de la madrugada. Un amigo mío me invitó después de mi trabajo a una reunión de amigos. Ahí fue donde lo conocí y él no me miro en toda la noche. Sólo yo lo miraba. Cuando lo vi fue algo mágico, me dolió mi panzita.

Después de eso no sabía como se llamaba hasta que me dieron su nombre: Jaime. Quedé plop, como dice Condorito. Él es muy sencillo, algo enojón pero eso es por su estrés del trabajo. Yo le contaba de todo hasta que un día cuando declaré en mi familia que era gay me corrieron de la casa, así que lo llamé y me dijo: “Vente conmigo hasta que las aguas se calmen”.

Así fue, estuve con el un año y cuatro meses en su casa, hasta que por una discusión tonta nos separamos. yo volví a mi casa y él se quedo en la suya con sus padres y hermanas. Ellos me extrañan, pero él no lo sé, porque cada vez que voy a verlo esta con tragos y se duerme yo lo despierto y me dice “¿Quieres dejame dormir”. Ya pasan las horas y me retiro por ser muy tarde.

Después pienso en donde esta el Jaime que conocí. Su trabajo lo absorbe, mi cariño por el no ha cambiado a pesar que fue él quien me corrió de su casa por la discusión. Después que nos habíamos separado yo fui en todo el momento el que llamó, envió mensajes. Eso sí, siempre me he dado cuenta que él tiene mas interés en cosas de su trabajo, su familia, sus amigos y yo soy el ultimo al que él le presta atención.

Yo lo quiero mucho, lo amo y eso me entristece ya que él no pone nada de su parte. Sólo cuando esta con un trago se acuerda de mí. Su alcoholismo destruyó mi relación con el. He intentado de todo. Hablar con él, decirle lo que siento, demostrarle lo lindo que lo valoro. Lugar donde me invitan siempre les digo si puedo ir con mi pololo y ellos dicen que bueno, sí, que venga, es muy bienvenido. Hasta cuando le digo a el y me dice “No quiero ir, anda tú solo”.

A veces siento que es un rechazo o ya su amor se terminó. No sé que hacer, si seguir intentando resolver esta situación o dejar que todo pase. No llamarlo ni mostrar mi interés, no dudar de que tenga ya los ojos en otra persona. Luchar o bajar los brazos y no remar más. En eso estoy ahora esperando a ver que sucede y si es la separación definitiva aunque duela tratar de no hacer nada mas y quedar así.

¿Por qué es tan difícil amar a alguien que no tiene ya una pizca de atención hacia ti? ¿Por qué cuando uno ama entrega todo sabiendo que esta seguro y no recibe nada a cambio? ¿Qué debo hacer en esta situación tan débil y tan dolorosa para mí?

Bueno, amigos, espero que me ayuden con mi hermosa y triste historia de amor, que me tiene en un límite de angustia y tristeza.

ME ENAMORE DE UN CHICO QUE DECIDIO SER SACERDOTE


¡Cuántas historias de amor! Aprovecho este espacio para descargarme. Lo que me pasa es que me he enamorado de un chico desde el primer momento en que lo vi. Íbamos a la misma universidad pero no compartíamos ninguna clase. Una de mis amigas había hecho amistad con él en los recreos y empezamos a vernos así. Sólo a veces nos cruzábamos y nunca tuvimos tiempo de charlar, sólo nos saludábamos. “Hola, ¿qué tal tu día?” “Bien, ¿y el tuyo?” “También”. Eso era todo lo que llegamos a decirnos.

Cada vez que lo veía me perdía en sus ojos, tan transparentes, tan hermosos. Era el chico que había esperado toda mi vida, nunca me había pasado lo mismo con alguno de los chicos que me habían atraído antes. Nunca tuve una relación de noviazgo ni nada por el estilo, soy una virgen de 25 años que jamás ha besado a un hombre en los labios. Muchos me jactan de monja, y es que en realidad sólo me falta el hábito y un rosario en la mano. Pero no he sentido nunca ese “llamado” para serlo, además voy como dos veces al año a la iglesia y eso de confesarse con una persona no me parece necesario, puesto que creo que basta con disculparse ante el mismísimo Dios, y con verdadero arrepentimiento. Pero eso no viene al caso.

Resulta que este chico adorable y como si fuera poco, muy bello físicamente, no era de mi ciudad. Había llegado desde un pueblo muy, muy alejado sólo para estudiar en la universidad, como les pasa a muchos que no tienen universidades en sus pueblos natales. Yo nunca sentí de parte de él que yo le atrajera, aunque me pasaba el rato mirándolo y haciéndole ojitos cada vez que lo veía. Él era realmente adorable, único. Pero era amable con todo el mundo, y no me trataba a mí de manera diferente. Y en el poco tiempo que convivimos en aquellos fugaces minutos de recreo, me quedé completamente loca por él. No veía la hora de dejar el aula para buscarlo, cosa que era difícil porque el edificio era muy grande y con muchos pisos. Y me quedaba estúpida cuando hablábamos, casi no me salían palabras de la boca, no sabía qué decir, sólo me quedaba perdida en sus hermosos ojos azules.

Y terminé la universidad. Me recibí y no fui nunca más. No tenía forma de comunicarme con él hasta que apareció su cuenta en el bendito Facebook. Lo agregué como amigo y comenzamos a hablar por ahí. Y cada cosa que me decía me enamoraba más, teníamos tanto, pero tanto en común, ¡algunas cosas hasta me asustaban por las coincidencias! Yo pensé que éramos el uno para el otro y que la distancia no podría ser un obstáculo entre nosotros. Podíamos viajar todo el tiempo, a mí me gusta viajar y a él también, no había problema ya con eso. Había planeado mi vida con él en mi cabeza, boda, niños, una familia feliz como siempre soñé. Hasta que un día todo cambió.

De repente desapareció del Facebook, único medio por el que nos comunicábamos. Yo sabía que era muy solidario, que le gustaba ayudar a la gente y que era creyente, pero jamás imaginé que querría ser sacerdote. Y le seguí escribiendo, pero ya no contestaba. Veía los comentarios de sus hermanos que le escribían cosas como “Suerte en este nuevo camino que comienzas”, cosas del estilo. Y me quedé esperando, aún sabiendo que estaba en el seminario, que me contestara, y aunque sea me contara cómo fue que de un momento a otro decidió ir por ese camino. Pero nunca me contestó.


Todavía está en el seminario y creo que no cambiará de parecer. Esperaba que fuera una prueba que se estuviese haciendo a sí mismo para ver si quería seguir ese camino, pensé que tal vez lo dejaría y que yo podría seguir con mi conquista, pero el tiempo pasó y no volví a saber de él.

Comprendo ya que no puedo seguir así. Pensé en escribirle una carta en papel y enviársela por correo tradicional, contándole lo mucho que lo extraño, pero encima él me ha ignorado por completo, creo que hasta se ha olvidado de mi, porque nunca sintió lo mismo por mi.

Es una pena, y me pone muy triste tener que olvidarlo, y además es que no puedo, es muy difícil, siento que me persigue su sombra adonde quiera que vaya, veo señales, como el nombre de su pueblo en el cartel de algún negocio o que lo digan justo cuando enciendo el televisor, incluso su propio nombre me persigue, es muy difícil para mi este amor imposible.

Pero tendré que olvidarlo, no me queda más remedio, además no podría seguir intentando conquistarlo, yo respeto mucho a Dios, y si él eligió ese camino, también debo respetarlo, por mucho que me duela.

Que más da. Esa es mi historia, tal vez parezca muy estúpida, porque sólo yo me he enamorado. Él ni siquiera debe recordar que existo a estas alturas, pero siempre estará en mi corazón y lo recordaré como uno de los más grandes amores de mi vida, porque así lo he sentido.

REENCUENTRO POR INTERNET


Todo comenzó cuando estaba cursando los últimos años del colegio secundario. Ella había ingresando a la Universidad en el año 75, yo había ingresado a la facultad de Tecnología. Nos conocimos en los ensayos del coro de la Universidad por medio de una compañera de grupo. Ésta, a la vez, estaba muy interesada en mi persona, razón por la cual se rompió mi relación con la persona en cuestión. A partir de ello empieza la odisea en mi vida.

Fue así como abandoné la carrera para alejarme al exterior en busca de nuevos horizontes, con tal mala suerte que no volví a saber nada de ella.

Al través del tiempo se ha presentado en mi pagina de Internet luego de mucho tiempo de buscarla por cielo y tierra con la esperanza que se mantuvo viva por todo este tiempo. Todos los años siguientes se han transformado en sueños, ahora hechos realidad, porque ella esta en contacto conmigo todos los días. Es muy importante destacar que tenemos mucho de que hablar y nos contenemos uno al otro. 

Es admirable la forma que nos comportamos a pesar de haber formado nuestras vidas en años anteriores, a pesar de la distancia, lo que significa que hemos cumplido nuestra parte de criar y educar a nuestros hijos y, ahora que son grandes y hemos dejado que el tiempo nos vuelva a juntar, queremos empezar una vida juntos, amarnos y no volver a separarnos mas.

Yo la amo y ella a mi también mi quiere. Cómo olvidar que en noches como esta la tuve entre mis brazos, y sus labios rojos que he besado, quedo por siempre grabado en mi corazón, como una figura sagrada a la que le debo todos los días una oración como agradecimiento de su aparición mágica.

Han pasado 35 años desde la última vez que la vi. Mi historia comienza cuando me entero que ella se fue a vivir a Suiza con su familia, tengo contacto con ella desde hace cuatro meses y creo que después de tantos años de ausencia, renació el amor pasional por parte de ambos. Sé que no es muy fácil controlar la distancia y el tiempo que nos falta para llegar a unirnos, previo a regularizar una serie de papeles que hacen a nuestros intereses. Durante todo este tiempo hemos planificado todo lo que soñamos hacer, para nuestra posteridad y nuestra vida en general.

Me encuentro viviendo en Buenos Aires y no estoy en condiciones de viajar ahora. Digo que por otro lado la situación que atravieso no está como para pensar en un viaje. Por el momento, no puedo decir que puedo viajar en cualquier momento, porque ella tiene que terminar una relación que lleva desde hace doce años con otro señor.

He pensado que al final todo sea por estar tan enamorado. Soportare una serie de inconvenientes hasta después de fin de años, lo que significa un lapsus de aproximadamente seis a ocho meses. La ilusión que pinta en estos momentos es tan inmensa que no me queda otra que esperar y esperar.

EL AMOR LLEGO EN EL MOMENTO EQUIVOCADO


Ya han pasado casi 6 años desde que lo conocí. En nuestro primer encuentro tan sólo tenia 15 años. Él, un estudiante de bachillerato con 4 más que yo. Ese día estaba dispuesta a subirme a un escenario por primera vez, ese día estaba decidida a vencer a mi miedo a cantar en público, algo que me atemorizaba. Como tenia poco con ello alguien decidió ir a fastidiarme mi tarde, a lo que yo me vine abajo y pensaba en tirar la toalla, pero él sin conocerme de nada se acerco a mi y me dijo: “Lo haces genial Rake, tu puedes”.

Esas palabras me llenaron de fuerza. Quizá en ese momento necesitaba un empujón y fue él quien me lo dio. Llegó el momento y me armé de valor, un valor que no se de dónde saqué pero que me hizo interpretar a la perfección esa preciosa canción (”Eras tú – Merche”) que me recuerda tanto a él.

Pasaron los meses y a pesar de estudiar en el mismo colegio nunca nos cruzábamos, pero algún día tenía que volver a verlo. Llegó el día de Ramos, marzo de 2006, acudimos a la iglesia como cada año. Esta vez había un cambio, antes de ir a comer iríamos a tomar algo con unos amigos de mis padres. Cuando entro se me acerco una de las amigas y me dice: “Raquel, este es Adolfo, mi hermano”. En ese momento sentí una alegría inmensa, como si llevara esperando ese momento mucho tiempo. A lo mejor puede resultaros una estupidez, pero en ese momento sentí que tenia delante al amor de mi vida. Su físico no me impactó, no puedo decir que sea un pivón pero esos ojos…me hipnotizaban.

Mis padres empezaron a salir a menudo con su familia y ambos aparcamos a los amigos. Preferíamos salir juntos a pesar de nuestra edad, nos arriesgábamos a salir con nuestros mayores. Pasábamos noches agotadoras jugando al parchís y riéndonos como nunca. Reconozco que esos fueron los meses más felices de mi vida. La gente comentaba ¡Estos están juntos!, ¡Están enamorados!, pero ninguno decía nada. Sentí esa necesidad plena de estar todo el día con él, cuando llegaba a casa me pasaba horas y horas dando vueltas en mi cama pensando en si el sentiría lo mismo que yo.

Pero como dicen todo lo bueno se acaba y en mi caso no iba a ser lo contrario. Nuestras familias tuvieron una discusión y acabaron a mal. Yo, con 15 años, no supe como reaccionar, me estanqué y pensaba que si yo seguía siendo la misma con ellos mis padres no lo verían bien, así que consciente o inconscientemente dejé de mantener ningún tipo de relación con ellos.

Las primeras semanas me seguía saludando con él, pero ya nada era lo mismo. Sentía que me saludaba por saludar, que lo hacia por cumplir y yo de nuevo me quede sin valor, ya no tenia valor de mirarle a los ojos, porque cada vez que lo hacía me apretaba aun mas ese nudo que tenia en la garganta.

Aún recuerdo cuando nos encontrábamos esas tardes-noches de fiesta. Siempre le veía, con sus amigos, en la primera barra de aquel bar donde tantas veces nos encontrábamos Podía escuchar música y controlarle a la vez hasta que sonaba esa maldita canción, esa canción que atraía todos los ojos de mis amigas hacia mi esperando que me cayera la primera lagrima. No podía evitarlo “Todavía me acuerdo de tí” y es que todavía seguía intacto su recuerdo. Yo esperaba que algún día se acercara a mi y me dijera: “¿Raquel porque no me miras? ¿Porque haces como si no estuviera?” Ninguno de los dos lo hizo nunca. Demasiado iguales, Acuario teníamos que ser.

Le esperé durante un año. 365 días y alguno más le llevaba en mi cartera. Siempre conmigo en una foto que yo misma imprimí, que por cierto aun conservo. Admito que tenía posibilidades con otros chicos, pero yo prefería esperarlo a él. No podía perder la esperanza que aún me quedaba, así que viendo que estaba estancada en aquel capitulo de mi vida sin fin una de mis amigas decidió ir a hablar con él. Sí, sé lo que estáis pensando, esa tenía que haber sido yo. Le pregunto si sentía algo por mi y él respondió que no, cuando mi amiga me lo hizo saber se me vino el mundo encima, pero yo podía con todo, o eso creía.

Abril de 2007. Día de la sidra en un concejo cercano al nuestro. Un camarero, se fijó en mí, se quedo prendado de mis ojos, de mi sonrisa, o eso decía Decide buscarme e investigar sobre mí. No le llevo mucho tiempo conseguir mi correo, pues teníamos algún amigo en común. Se puso en contacto conmigo y fue claro y conciso, pero yo también lo fui Le dije que tenia una espina en el corazón, que lo estaba pasando muy mal y que no tenia ganas de conocer a nadie. Durante mucho tiempo, él fue mi pañuelo de lágrimas. Cada día que pasaba él se enamoraba más de mi y a pesar de eso el nunca dejo de aconsejarme que fuera a buscarle, que fuera sincera. Pensé que se merecía una oportunidad o por lo menos una cita y se la di.

Quedamos y se portó genial conmigo, me decía que a pesar de que yo seguía enamorada de mi primer amor él me esperaría. Le quería tanto… Empezamos nuestra relación Lo que no sabía es que eso no era amor, era amistad, cariño, gratitud, no era amor.

Después de dos años juntos llegó la mejor noticia de mi vida, la locura más correcta que jamás cometí. Íbamos a ser papás. En julio de 2009 llegó mi príncipe, lo más grande que tengo en mi vida, el único que me dice: “No llores mamá”. Porque ya nada es lo mismo. Mi novio sigue echándome en cara que nunca lo quise ni podre querer como quise y quiero a Adolfo, que mi vida es triste, porque me falta un pilar muy importante que es él, porque necesito abrazarle y decirle por fin mirándole a los ojos que lo amo más que a mi vida. Hace unos meses dí un gran paso, le agregué a una red social y él aceptó mi solicitud. Tan solo hubo unos privados en los que no se pudo apreciar nada de interés.

Así que me he rendido, he decidido tirar la toalla y asumir que el amor de mi vida llegó en el momento equivocado y que como tantas y tantas veces hay amores que no son correspondidos.

No podeis imaginaros como me siento. Tengo un vacío dentro que me impide ser feliz, que no logro pasar página de una maldita vez y que esa espina cada día que pasa se clava más y más. No puedo evitar desearle lo mejor del mundo, pero- en el fondo- saber que lo mejor del mundo lo tendría a mi lado, que no puede haber nadie que lo quiera más que yo.

¿SE LO MERECE?


Hace cuatro años estaba de novia con un chico al cual amé como nunca pensé que iba a amar. Estuvimos 10 meses y cortamos por diferentes cosas, pero siempre quedó algo pendiente.

Él me hizo muchas cosas feas después, pero siempre le perdonaba todo y lo seguía hablando o besando (sin ser novios).

Luego de un tiempo me entero que se había puesto de novio con una “amiga” mía y estaban a escondidas. Fue como si se me terminara el mundo. Un balde de agua congelada. Pero lo superé, aunque él me seguía buscando.

Un año mas tarde (él seguía de novio), nos encontramos en una fiesta de un amigo en común y terminamos pasando la noche juntos. Acepto mi error. Me dejé llevar por los buenos recuerdos, pero luego de eso volvió a renacer ese amor que había estado dormido dentro de mí. Hablamos, me pidió perdón por todo lo hecho y lo perdoné. Me pidió volver conmigo y dejaba a su novia pero yo, de puro orgullo, no más dije que no, porque era hora de cerrar ese capitulo en mi vida, aunque me moría por volver con él.

Luego de eso, él nunca más me mando mensajes ni nada, pero daba la casualidad que siempre me lo encontraba cuando menos esperaba verlo.

Hace unos meses, me empecé a hacer muy amiga de su hermano. Siempre salíamos de fiesta juntos y el grupo de amigos en común que teníamos, hasta que un día terminamos besándonos Al principio fue raro, pero me empezó a gustar. Estuvimos varios meses besándonos, saliendo, hasta que un día estábamos en un bar y justo entra mi ex (osea el hermano de mi saliente actual) y nos vio dándonos un beso. Desde ahí me elimino de Twitter, de Facebook, de MySpace, eliminó mi numero, me bloqueó y sé que está enojado.

Yo siempre le dejé una puerta abierta para volver y ahora que sé que no me va a perdonar jamás. Me siento terrible porque siempre lo quise, aunque me sentí atraída por su hermano.

QUIERO TENER UN HIJO


Esta es brevemente mi historia de amor. Tengo 35 años y me enamore de un hombre casado. Lo conocí hace muchísimo tiempo y siempre lo vi como un amigo y compañero de trabajo, pero desde hace tres años para acá empezamos a sentir mucha atracción hasta que me deje llevar por sus besos y empezamos una relación.

Él tiene ahora mismo 42 años y yo estoy súper enamorada de él. Él dice que me ama y que solo está con su esposa por su hijo. Tiene un solo hijo, al cual adora por supuesto, pero cuando yo le pedí que tuviéramos un hijo, porque yo lo amo y quiero tener lo con él, me dice que no puede, que sus miedos y su forma de haber sido educado no le permite tener hijos fuera del matrimonio. Que no es su voluntad, pero que me ama mucho y se siente completo conmigo.

Sin embargo, yo me desespero porque se me pasa la edad para que yo pueda tener un hijo. No soy muy fértil y cuando estamos juntos siempre me cuida para no quedar embarazada. Hemos intentado terminar esta relación debido a ese problema, ya que yo quiero buscar al padre de mi hijo y él no me quiere dejar. Cuando lo intento me dice que yo lo traiciono y que soy una egoísta.

Siempre le digo que yo no le voy a ocasionar problemas, que incluso no lleve su apellido y tampoco logro convencerlo.

Por favor, ¿podéis aconsejarme sobre qué puedo hacer con él? Cómo lo olvido si lo amo tanto y yo quiero tener a mi hijo con él, pero no compartimos el mismo anhelo. Mi mayor anhelo es tener a mi hijo ya conmigo, pero él insiste en que no quiere tener hijos fuera de su matrimonio.

AMOR SECRETO: TEMO Q OTRA CHICA LO CONQUISTE



Mi historia de amor secreto comenzó hace seis años, cuando mi madre decidió quedar con una amiga y sus cuatro hijos. Decidieron quedar en una ermita en medio del campo, ya que era un sitio muy bonito para ver y un lugar ideal para jugar al balón o correr.

Recuerdo que yo tenía nueve años y no me entusiasmaba mucho la idea de pasar la tarde con cuatro niños haciendo el bruto, pero yo accedí a ir e intentar ser positiva. Nada más bajar del coche le vi, estaba de pie con la luz del atardecer detrás, una tímida sonrisa y su mirada con ese brillo de inteligencia me hicieron enamorarme perdidamente de él.

Me acerqué para entablar conversación no sabía quien era o como se llamaba,cuantos años tenía o donde vivía,no, solo sabía que era él ese chico que llega a la vida de todas las chicas.

Me lo presentaron. Resulta que se llamaba Alejandro tenía doce años y que iba a mi mismo colegio. Como ya he dicho, han pasado seis largos y felices años y todo este tiempo he estado loca por él. Somos los mejores amigos, tenemos un montón de cosas en común, nunca desde que nos conocimos hemos tenido una disputa.

Lo malo es que soy una cobarde. Llevo años callandome lo que siento y me encantaría decirle: Eres mi vida, te amo y quiero que sepas que desde el primer momento en que nuestros ojos se cruzaron mi corazón ha sido solo y nada más que tuyo.

El problema, lo que realmente me preocupa es que este año él va a la universidad y me temo lo peor. Temo que una chica mejor que le “hechice” y que no sepa que siempre alguien le ha amado en secreto, aunque no tuviera ni la más mínima idea.

lunes, 4 de noviembre de 2013

AMOR A MIL KILOMETROS DE DISTANCIA



Hola. Me llamo Gabriela Joely tengo 15 años y soy de Venezuela. Les quiero contar mi historia. La Historia de un amor “cibernético” que por mi culpa yo misma lo perdí.

Todo comenzó un 25 de Marzo de este mismo año. Cuando llegue del colegio y en mi tarde libre me senté en la Computadora, y abrí mi Messenger para chatear con mis amigos de otros países. Había un contacto que todas las tardes se conectaba y nunca me animaba a hablarle, ni a decirle ni siquiera un “Hola” Pero esa tarde si me animé y lo saludé. Es increíble, pero a los 5 segundos me respondió. Yo me quede sorprendida y le pregunte cual era su nombre. Su nombre era Emmanuel y era de Argentina. El problema era que el tenia 17 y yo apenas tenía 14 años. Pero yo le dije que tenía su misma edad.

Todo iba bien. Todas las Noches nos conectábamos para charlar un poco. Y éramos como Almas Gemelas, porque en todo estábamos de acuerdo, teníamos los mismos gustos en fin nos llevábamos muy bien. Así pasaban los días y cada día nos llevábamos mejor. Todas las noches el me dedicaba una canción y hablamos de todo un poco.

Hasta que empecé a sentir que mi corazón latía rápido cada vez que hablamos y cada vez que él se conectaba, era una emoción tan grande la que sentía, que simplemente no la puedo describir. Hasta que por fin me di cuenta de que estaba muy enamorada de él. Nunca me animaba a decirle lo que sentía hasta que una noche charlando me anime a decírselo. Pero hubo una sorpresa para mí. El también estaba enamorado de mí. Yo me emocione muchísimo al saber que el sentía lo mismo por mí. Bueno así empezamos a hablar de nuestros sentimientos y nos decíamos lo mucho que nos queríamos y todas las mañanas nos escribíamos… En fin así paso un mes.

En el siguiente mes iba todo perfecto. Hasta que un día me senté como siempre en la computadora a esperar que se conectara. Y se conecto. El siempre me saludaba primero que yo pero ese día no lo hizo. A mí me pareció muy extraño y lo salude. Había algo extraño cuando me respondió, era como si lo hubieran cambiado. Yo le pregunte que le pasaba y me respondió que se había dado cuenta que yo le había mentido. En ese instante una lágrima corrió por mi mejilla y sentí como si mi corazón se hubiera roto. Yo le confesé la verdad y le dije que no tenía la edad que el creía.

En ese momento me empezó a decir que por qué le había mentido. Y yo comencé a llorar y le decía que me perdonara, que no fue mi intención hacerle daño. El comenzó a dudar de mi amor por él. Pero el sin embargo el me dio otra oportunidad.

Pero desde ese día ya nada es igual. Ya no me responde los mensajes que le envió ni nada de nada.

Y lo peor es que estoy arrepentida de haberle mentido. Y para colmo, mi amor por la crece cada día más, no sé cómo sacarlo de mi mente y de mi corazón. Vivo soñando con que algún día todo vuelva a ser como antes.

ME ALEJO Y ME BUSCA


Trataré de contar un resumen de mi historia. La verdad, es muy complicada. Apenas tengo 16 años y he pasado por tantas cosas reales y que siento que una niña de esta edad no debería haber vivido.

Lo conocí cuando tenía aproximadamente 12 años, yo estudiaba en un colegio solo de niñas, el tenia 15 años en ese entonces y andaba con las niñas, por decirlo así, mas populares de mi salón. Lo conocí por Facebook, sólo hablábamos una que otra vez, no era nada serio y nunca habíamos puesto un tema mas allá del qué haces o como fue tu día.

Cuando ya tenía 13 comenzamos a hablar cada vez más y más por chat. En mi casa se vivía una mala situación, mis padres cada día discutían mas por cualquier cosa y ya habían hablado sobre una separación, aunque nada era seguro; él se había convertido para mí en un fantasma al cual le contaba mis problemas, pero yo conocía muy poco de su vida, realmente solo conocía su nombre o eso pensaba yo.

Recuerdo que el 11 de Diciembre del 2009, el me llamo por primera vez al celular. Yo estaba fuera de la ciudad porque mis padres tuvieron una pelea tan horrible que mis tías prefirieron llevarnos lejos unos días a mi hermano y a mí. Recuerdo que me preguntó por qué no estaba conectada y le explique la situación, el solo me respondió: “Me haces falta… ¿No hay problema si te vuelvo a llamar?” Y yo solo le dije: No hay problema.

Desde ese día, esperaba una llamada diaria de él, hasta que pocas semanas después el me dijo que había empezado a sentir algo por mí y yo también le confesé que yo por él. Era una madrugada cuando me dijo que él quería algo serio conmigo y que iría al otro día a mi casa a hablar con mis papás y yo como idiota enamorada le creía todo. Al otro día me levante muy temprano, era algo nuevo para mí todo lo que sentía, así que decidí contarle yo primero a mi mama. Ella se quedó callada no sabía que decirme y la mejor solución que dio fue hablar con mi papá el cual enseguida dijo no y lo que vino a raíz de eso fue un intento de alejarme de él por parte de ellos gigante.

Pasó el tiempo. No me dejaron nunca verlo. Decidí una noche escaparme a una fiesta y verlo y así fue como lo conocí en persona al fin. Era alto, no era lindo, pero para mí era tan especial. Fue mi primer beso. Realmente lo quiero. Ese día apareció con una sorpresa, un peluche gigantesco de un oso, el cual por obvias razones mis padres vieron y me toco contarles la verdad sobre que él había llegado a la fiesta, etc.

Pasó el tiempo. Yo no lo podía ver. Mi papa investigó sobre él y lo que encontró sobre el muchacho era que el no vivía con ningún adulto responsable. Él era un chico muy adinerado, pero vivía solo en esta ciudad. Su padre había sido narcotraficante y había muerto y su madre vivía en otro país y solo le mandaban dinero. Obviamente mi papa se alarmó peor y además encontró que él pertenecía a una pandilla, cosas que el poco a poco me fue revelando.

El día de mi cumpleaños en abril, justo ese día mi papa olvido que era mi cumpleaños. Me levanté esa mañana y los vi pelear. Vi como él agarró una maleta, metió sus cosas y se fue, pasando por mi lado y sin felicitarme ni nada se marchó. Recuerdo que ese día lloré y lloré. Nadie me visito. Mi madre solo lloraba, mi hermano como es mayor que yo salió con unos amigos y no volvió hasta muy tarde y yo me encerré en mi cuarto y solo hablaba con él.

Hablamos por cámara todo el día desde la mañana. Él trataba de alegrarme, recuerdo que tomaba una cerveza y hacia locuras con la botella solo para que me riera y no llorara mas. Ese día prometió cuidarme siempre y no dejar que nadie me hiciera llorar de nuevo o se las verían con él.

Paso el tiempo, el grupo de él y él tuvieron una pelea muy grande con mi hermano y su grupo. En pocas palabras, me prohibieron más aun hablar con él.
Mi mamá me hacia salir con otros muchachos, intentando que me olvidara de él pero no funcionaba. Nunca corté la relación con él, por épocas desaparecía pero cuando yo estaba mal, el aparecía.

Para mis 15, mi papá trató de reponer lo de los 14 con una fiesta. Yo lo invité, obviamente cambie el nombre de la invitación por uno falso que él a veces usaba.

En el colegio, las chicas del curso se enteraron que él iba y mis supuestas amigas empezaron a hablar pestes de mi fiesta… Yo recuerdo contarle llorando y él me dijo que aunque quisiera verme de princesa él no iba a ir para que las otras fueran y no hubiera problema y así pasó.

Al tiempo recuerdo que era casi junio, no había sabido de él desde mi cumpleaños. Me llamó llorando desesperado. El corazón se me partía de oírlo así. Había rumores en el colegio sobre que él consumía drogas, yo no los creía hasta que ese día me lo confirmó. Me dijo que él quería salirse de eso, que lo ayudara, nos citamos para hablar el viernes de esa semana.

Le dije a mi mama que iría a casa de una amiga suya. pero que ella no sabía que lo era y me escapé del colegio a esperarlo en un centro comercial. No llegó nunca. Pasó una hora después de la que habíamos hablado, nuestra amiga me llamo, me dijo que lo olvidara y me fuera a su casa que mejor saliéramos por ahí de conquista… Confié en ella y me mintió.

Me llevo donde unos amigos de ellos de la pandilla de él y allá pues empezamos a tomar, pero me sentí realmente mareada. Me drogaron y uno de ellos trató de violarme, pero yo no me dejé. Recibí algunas lesiones, pero no paso nada grave. Me dejaron botada en una calle donde mi papa me encontró y estuve un tiempo internada en la clínica. La policía dijo que era la pandilla donde el pertenecía la causante y a él lo metieron dentro de los culpables. Pocas cosas recuerdo de esa noche, así que no se a quien creer. Él me dice que no tiene nada que ver, pero no sé si creerle.

Mis papás decidieron ponerle punto final a todo. Me cambiaron del colegio. Yo estudiaba en un colegio al norte de la ciudad privado, me cambiaron a uno al sur público y no le dijeron a nadie lo ocurrido.

Pues aun estoy ahí. Me he destacado académicamente, me ha ido muy bien, el aun me busca, descubrí que el nombre que yo tenía de él, era falso y muchas cosas que pensé que sabía de él eran mentiras… Me han dicho que el busco a los amigos que trataron de hacerme eso y que los amenazó, pero ya no creo nada. El me llama a veces diciéndome que lo perdone, que hablemos, que me ama, pero él anda con muchas chicas al tiempo y no sé si creerle.

Han pasado muchos años, no entiendo porque sigue atrás de mi. No sé si me ama o no lo hace. Unos días me busca, me insulta todo drogado, me hace llorar y otros me manda regalos costosos y me dice que soy la única persona que él tiene, que no lo deje, que se siente solo sin mi. Simplemente no se qué hacer, todos los días recibo mensajes de el por diferentes formas diciéndome que soy el amor de su vida y que algún día estaremos juntos, que nos casaremos y que él nació, vive y moriría por mí.

Ha estado conmigo en tantos malos momentos, pero a la vez ha sido causante de muchos malos. Es como sentir que sin el no soy nada y que a nadie lo amaré como lo hago por el. Lo amo, pero no sé qué hacer. Me alejo y me busca. ¿Qué hago?.

NO PUEDO SER SU AMIGO.... YO QUIERO SER SU NOVIO


Hola. Os quiero contar mi triste historia de amor de Internet. Usaré nombres falsos y lugares falsos para que esta historia no caiga en manos conocidas y que (Dios quiera) caiga en el olvido. Empezó hace medio año. Os parecerá muy poco pero, creedme, ha sido como una eternidad, pero la conclusión es que ya no puedo ser su amigo.

Conocí por Internet a una chica llamada “Tamara”, de Albacete. Yo soy un chico llamado “Juan” de Gran Canaria. Nos conocimos gracias el rapero Eminem, que nos gustaba, y así acabamos dándonos el messenger y chateábamos por allí. Hablábamos todos los días, cada tarde nos esperábamos para que uno de nosotros se conectara. Nos poníamos siempre la Cam y así un día nos confesamos el amor. La amaba tanto… Ella a mí también, se le notaba. Es una chica súper guapa, dulce cuando quiere y lista. Nos mandábamos SMS, mensajes y todo. Yo le he hecho de todo: le dediqué canciones, fotos, postales, videos… de todo.

Esto duró unos meses hasta que ella se hartó y dijo que esto no llegaría a nada. Decía que no quería enamorarse por distancia, pero aún así seguimos hablando como si fuéramos novios. No podía pasar un día sin que le dijera “te quiero”. No puedo ser su amigo, no soy capaz de asumirlo. Era tal mi amor que haría lo que fuera por ella. Lloramos, reímos nos enfadamos, lo vivimos todo. Ella siempre me contaba sus cosas y yo las mías. Por una vez, después de mucho tiempo, me sentí muy conectado a una chica y nunca ame a tal chica como ella.

Lo malo era la distancia, claro. Yo estaba dispuesto a ir donde ella, pero ella se negaba. Aún no tengo claro la razón del por qué no. Hace un mes, me dijo que estaba harto de mí, no quería hablar conmigo, solo me quiere como amigo. Yo no sabía que hacer. Me sentí tan aturdido. No puedo ser su amigo sólo. Era la chica que mas quería y amaba. Era todo para mi. Desde que la conocí no hubo ni un día en el que no pensara en ella e imaginara cosas con ella. Fue duro, pero con tal de no perder el contacto con ella, acepté en ser su amigo. Es difícil mantener un amor siendo amigos. Quería decirle “te quiero”. Me sentía impulsado. Aún así se lo decía, pero ella creía que lo decía en plan de amigos.

Hoy día voy a olvidarme de ella. Seré duro, pero es lo mejor. No puedo ser su amigo. Yo quiero ser su chico. La amo y si no es posible en esta vida… Espero que exista otra vida después y ella me ame como yo la amo.

Algunas veces me da vergüenza decirle que la amo, porque se que la hará sentir presionada y se enfadará conmigo. Pero bueno, hoy se acaba. Me siento libre después de medio año. Me voy con un bonito recuerdo, aunque no os mentiré, todavía desearía que todos los sueños que tuve con ella fueran realidad.

Aún busco desesperadamente una posibilidad de estar con ella. Siempre tuve el miedo de que ella consiguiera un novio allí y yo me moriría de dolor. Por eso, borrándola del messenger y olvidándome, evitaría tal cosa. Siento que no puedo ser su amigo y mantener el contacto como si tal cosa.

No le deseo ningún mal. Me gustaría que su novio le diera todo el amor que yo deseé en su momento. Al fin y al cabo, cualquier chico que esté con ella seguro que disfrutaría muchísimo con una chica como ella, porque es alguien valiosa y especial.

Q HUBIERA PASADO SI


Esta es mi historia de amor. No he tenido novias, mis relaciones se han basado en sexo ocasional. Algunas veces la relación no dura mas de un mes; otra veces, hay una con la que llevo cinco años. Quiero tener hijos y familia, por eso me cuido y uso preservativo. No sé bailar y no soy entralón para romper hielo con una mujer, no socializo con facilidad. Cuando era pequeño le tenia pavor al rechazo, por eso ni siquiera en el colegio tuve novia. Físicamente no era y aunque no soy horrendo, no me siento atractivo.

El asunto es que en diciembre de 2009, conocí por Internet una chica que vive cerca de Bogotá. En su momento me gusto físicamente, me pareció que coincidíamos ella es soltera, tenia la misma edad que yo. Ahora tengo 33. No se había casado, no tenia hijos, no tenia enredos…

Ella viajo a conocerme. Tuvimos encuentros íntimos pero ademas de eso, me gusto por que me sentí muy a gusto con ella cuando caminábamos por la calle. Ella no toma. Cuando salimos, me acompañó con una 7up, mientras yo me tome una cerveza. Ella no fuma, yo tampoco. Las relaciones sexuales para ser franco, las he tenido mejores, pero en parte me gustó eso también Es tímida, y eso también me gustó. La lleve a mi casa, se la presente a mi madre, durmió en mi cuarto. Me sentí bien, fue mi novia por unos días me sentí muy a gusto y sé que ella también.

La cuestión es que tiene una personalidad rara. Se deprime fácil, son cosas que no había visto antes. Pero ha mostrado ahora van tres veces que me ha terminado y me dice que no nos comuniquemos mas. Dos veces ella me buscó y la ultima vez yo la llamé. Pensé que estaba encaprichado, pero la ultima vez que hablamos me dijo que se había acostado con otro. Me sentí mal. Ahí me di cuenta que no era mero capricho. Le pregunté, si en ese tiempo yo le hubiera propuesto noviazgo qué hubiera dicho y me dijo que no. Pero siento que ella quería. Esta situación me trae mal. Me deprimo cuando estoy solo y precisamente ahora estoy desempleado, así que no tengo dinero para ir a cine, o salir por las noches.

Me carcome el “¿Qué hubiera pasado si…?” Si nos hubiéramos cuadrado, pues si ella seguía con esos comportamientos, seguramente hubiéramos terminado antes de medio año, pero siempre queda ese vacío, esa sensación ¿No les ha pasado?

Me siento solo. No quiero una mujer con hijos y me paso pensando en esta mujer que les comento… en varias ocasiones me salio con el comentario de que se quería suicidar, por eso les decía que tenia sus cosas raras en la cabeza. Pero no sé, me dicen que la olvide, pero me sentía bien con ella. Aunque ella no lo acepte, sé que ella también se sentía a gusto conmigo.

Les confesare algo: no quiero que se suicide, pero siento que si ella “rehace” su vida, organiza sus ideas, su mentalidad. Y llega a conocer a un hombre, se organiza, tiene hijos… A mi me va a doler mucho porque no habrá sido conmigo.

Hace casi un mes que no hablamos, espero que de nuevo me haga una llamada perdida, me envíe un mensaje, que de nuevo ella dé el primer paso, porque la ultima vez me hizo prometer que no la llamaría, y no quiero incumplir eso.

Me siento muy, muy aburrido e Internet, no me da lo que necesito o tal vez me dio algo parecido pero se me fue… No tengo sosiego, no trabajo, no puedo ocupar mi mente en algo. Cuando salgo me la paso midiendo calles de arriba para abajo y de abajo para arriba caminando y caminando, sin obtener nada. Me siento un fracasado.

MEMORIAS EN MEDIO DE LA TRISTEZA


Después de sentir ese vacío que trae el desamor y sentir por primera vez el dolor del alma creí haber conocido al amor de nuevo pero, como siempre, estaba en un error, porque la vida solo jugó conmigo otra vez. Les contaré como sucedió todo.

Yo estuve enamorado de una chica llamada Paula durante mucho tiempo y cuando le conté lo que sentía por ella, esta me dijo que tenía novio. Pero yo no me daba por vencido. Siempre la buscaba y estaba con ella, pero me partía el corazón saber que ella amaba a otro chico y todas las noches maldecía a la vida y andaba en un estado deplorable.
Un día yo estaba en el computador, en la red social Facebook y recibí una solicitud de amistad de una chica llamada Sophia. Yo la acepté, empezamos a hablar y me di cuenta que ambos teníamos muchas cosas en común. Desde ese momento empezó el 8 de septiembre de 2011 mi historia de amor con Sophia.



Pero había una situación y era que Sophia vivía en Bogotá y yo en Barranquilla. Empezamos a chatear y hablar por teléfono todos los días, pero sus padres estaban separados y ella estaba con su padre en Bogotá. Él era muy estricto y la amenaza que la iba a mandar a estudiar a España y nos separaría, y así fue.

Nos separaron y casualmente nos habíamos confesado que nos amábamos. Ahora ella está en España y yo aquí en Colombia muriendo por que ella no está. Ahora sólo quiero despertar de esta pesadilla. No sé qué voy a hacer sin ella, me siento vacío y muerto por dentro. Lo único que podría calmar esta tormenta en mi corazón es volver a sentir su hermosa voz y decirle “Sabes que te amo”.

Ahora que lo pienso me doy cuenta que lo último que alcance a decirle era que la amaba mucho, pero esas palabras no representan nada ahora, porque estamos muy lejos el uno del otro y si yo me siento mal por esto, solo me imagino lo que debe sentir ella en un lugar al que no conoce a nadie más que su abuela (que por cierto odia a Sophia, porque, según ésta, ella es el motivo que sus padres se hayan separado). Es terrible estar en su posición.

En un momento como este solo puedo escribirte una carta. Lo más probable es que no la leas nunca, pero siento que estas palabras me ayudan a aliviar mi alma.

MIS PACRES NO ACEPTAN MI AMOR POR INTERNET


Hace dos años conocí a un chavo por Internet, en una página de super agregadas en Facebook. Ese día me habían llegado muchísimas solicitudes de amistad, y por razones del destino, lo acepté. Él tiene 20 años y yo 16. Sobre la edad, yo pienso que para el amor no hay edad, ni clase social, ni raza, ni color.

Lo primero que platicamos fue un: “Hola, ¿cómo estas? ¿Cuántos años tienes? ¿Dónde vives?”. De ahí, él y yo empezamos a platicar muy seguido. Nos fuimos haciendo amigos. Yo siempre lo apoyé y él me apoyó, ya que el tenia problemas de salud y tenia que estar viajando al DF. El vive en GDL y yo en Los Mochis, Sinaloa. Estamos a 811 km.

Cuando nos conocimos yo estaba pasando por una ruptura muy difícil, ya que había perdido a un mejor amigo del cual me enamoré, y él también estaba pasando por un momento difícil con una chava, así que nos apoyamos mutuamente y salimos de eso.

Después nos hicimos mejores amigos, nos contábamos todos, pasábamos horas chateando, riendo y de más y hasta el día de mi cumpleaños que iba cumplir 15 años dijo que vendría, pero por asuntos personales no fue posible. Él siempre fue mi apoyo incondicional.

Hace cinco meses, él me confesó que estaba enamorado de mí (cosa que ya sabía pero no quería que me lo dijera por miedo de arruinar nuestra hermosa amistad) y yo le dije que ya lo sabía, pero que no quería que me lo dijera por miedo a perderlo. Entonces le dije que yo también siempre había estado enamorada de el.

Estos cinco meses han sido de mucho amor entre él y yo. Hemos pasado por tantas cosas. Muchos problemas, primeramente mis papás. Cuando mis papás se enteraron de que tenia un amigo por chat se enojaron muchísimo, hasta me dejaron de hablar y me quitaron mis cosas. Yo estuve a punto de irme a mi casa, porque me dijeron muchas cosas feas. Me dijeron de los peligros de Internet y esas cosas, que ya lo sé, pero él es una persona buena y siempre me lo ha demostrado. Siempre me ha respetado. Y ya son dos años de conocerlo. Si hubiese querido tener una mala intención conmigo ya lo hubiera demostrado.

Mis papás no saben que seguimos en contacto en secreto. Es más, él se hizo un cuenta en Facebook, como mujer para poder seguir chateando y en WhatsApp lo tengo como mujer.

El 14 de febrero, él me mando algo al colegio ya que a mi casa me matarían. Ese día estaba muy nerviosa, para eso el todavía no me confesaba lo que sentía por mi. Ese 14 de febrero llegó un paquete al colegio y me lo entregaron en la salida. Yo tenia mucho miedo porque en mi escuela conocen todos a mi papá, ya que es vendedor ahí, y mi prefecto me habló y me dijo “Te mandaron esto”. Yo, emocionada, lo abrí y me mando una caja que decía por todos lados te quiero. Y una flor en una esfera de agua, que tenia marcado “Te quiero”, muchos accesorios y una bufanda con perfume de hombre. Entre otras cosas.

Siempre nos arriesgamos mucho. Para eso el 7 de mayo cumplí 16 años. Yo ya no quería que me mandara absolutamente nada e insistió. Para eso él ya me había confesado y yo a el lo que sentíamos.

Ese día estaba muy nerviosa de que se enteraran en dirección de ese paquete, así que tuve que ir a hablar con la directora de la prepa y me dijo que estaba bien, que me haría paro. Luego mandó a un amigo de su papá de aquí de Mochis que me mandara algo. Yo no sabía qué era. Me lo trajo y a el lo corrieron y tuvo que dejar las cosas a una calle del colegio, en una florería, para que en la salida las recogiera.

Todo el día me la lleve con mis amigas checando por si llegaba la paquetería. En la hora de salida baje y abrí la caja, y cuando la abrí decdecía: “No hay espacio, ni tiempo, para nosotros, lo que llena la gente reglas naturales, como espacio, tiempo, distancia. Pues contigo siento que vuelo, te veo en mis sueños y en mis pensamientos y nunca olvides que para nuestro amor, ni todos los kilómetros del mundo, ni el tiempo mas largo. serán obstáculo para lo que sentimos y tu sientes en este mismo instante”.

Eso fue lo primero que leí, que en verdad me mató.

Adentro venia una caja de maquillajes y una carta que se hacía grande diciéndome lo importante que era para el. En la salida con mis amigas, tuve que hablarle a mi mamá y decirle que me recogiera más tarde y mis amigas igual, porque querían acompañarme a la florería, ahí recogí las flores y venía una nota que decía: Recuerda que ni la distancia ni el tiempo importa cuando todo se reduce a un instante de tu felicidad.

Ese día mis papás cuando llegaron me preguntaron que quién me lo había dado. Yo les dije que me lo habían dado mis amigas, entre las dos. Ellos no me creyeron del todo, pero no siguieron preguntando.

Cuando llegue a mi casa guardé todas las cartas de bajo de mi colchón para que no las encontrara. Para mi sorpresa, una prima tomo la caja de maquillajes y encontró una carta abajo. Me sorprendí y la agarre de inmediato.

Tiempo después estuve teniendo problemas en el colegio por mis amigas, porque una de ellas me decía que estaba perdiendo el tiempo con él, que debería de conocer gente de aquí, que es muy peligroso, que sólo me engaño a mi misma y cosas demasiado feas. En eso yo caí y me puse muy mal por lo que me decían.

Hable con él, le conté y me dijo que la gente siempre iba a hablar, y que la gente no creía. Entonces, a esa amiga yo ya no le conté nada sobre él y yo, porque yo le contaba todo.

Y ahora mantengo esto en secreto, pero a veces pienso que no puedo más y temo que sepan mis papás, que me dijeron que nunca hablara con personas de otro lado. Hay muchas cosas que me quedan por decir acá, pero es demasiado, que nunca terminaría.

Pero esto que siento es más grande que todo que me ha hecho hacer cosas que pocos hacen por amor.

domingo, 3 de noviembre de 2013

EL AMOR DE UN HIJO

Mama! mama! ¿Porque lloras? Por nada hijito.
Mama! mama! ¿Porque lloras? Por nada mi niño.
Mama! mama! ¿Porque lloras? Por nada mi amor.
Mama! mama! ¿Porque lloras? Por nada mi niño no te preocupes.

A la mañana el niño encuentra la cartera de su madre y allí encuentra una carta del doctor diciendo que ella tenia cáncer & no le quedaba mucho tiempo de vida... al día Siguiente aparece el niño muerto con una cartita en su manita diciendo: "Mamá eres lo más hermoso que tengo y no quiero quedarme solito... te espero en el cielo así nos vamos a tener uno a otro siempre..."

MI AMIGA ME TRAICIONO


Hola mi nombre es Lizbeth y mi historia de amor es esta. Cuando tenia 13 años me enamore de un chico de otro salón (El chico que todas querían). Un día me di cuenta que se estaba fijando en mi y se dio cuenta que yo me fijaba mucho en él.

Después de unos días me pregunto mi nombre y cuando le respondí “Lizbeth” puso una cara de felicidad. Le quise preguntar su nombre, pero me dio mucha pena y él se fue. Le pregunte a una amiga cuál era su nombre: “Creo que Roberto” y pensé que era un bonito nombre, pero no estaba segura si así se llamaba.

Unas semanas después me metí al Facebook como de costumbre y vi que tenia dos solicitudes de amistad y una de ellas era suya (me di cuenta por su foto): “Se llama Arturo”. Empezamos a hablar por Facebook, a conocernos poco a poco. Me decía cosas muy bonitas.

Cierto día me pidió que lo viera en el centro de la cancha de la escuela el día siguiente. Ese día estaban muchas personas ahí viéndome con risas mal disimuladas, cuando vi a Arturo le pregunte “¿Sabes qué pasa aquí?” “Si… Me hubiera gustado que no estuvieran aquí” “¿Por qué dices eso?” “(Respiración nerviosa) ¿Quieres ser mi novia?” La pregunta me tomo por sorpresa. “Sí”. Cuando pronuncié esa pequeña frase todos empezaron a gritar y empezaron a corear “Lizbeth y Arturo, Lizbeth y Arturo” En ese momento me sentí como si fuera uno de los personajes principales de una película de amor.

Nos empezamos a todas horas que pudimos. Me sentía maravillosa. Lástima que eso no duro mucho tiempo: “Tenemos que terminar” “¿Por qué?” “La maestra me regaño por que según ella estamos muy chiquitos para ser novios”. “Te prometo que regresaremos a ser novios” “De acuerdo”.

Una semana después me di cuenta que ya tenia otra novia.

Le pregunte a la maestra (La culpable de la ruptura según esto) que, que opinaba sobre tener novios a esa edad y me contesto “Nada. Ustedes pueden hacer lo que quieran, pero si salen llorando es su culpa por no haber pensado las consecuencias”.

Esa respuesta me lastimó profundamente. Lloré mucho, decidí borrarlo de mis amistades, aunque de vez en cuando veía como le iba. Le puse un apodo en secreto “Pinche Pancho Pendejo Puto”. Un día se lo confié a una amiga y al día siguiente todos me veían con cara de pocos amigos.

En la casa me metí a mi Facebook y vi que me etiquetaron en una publicación junto con Arturo. Decía “Lizbeth le dice a Arturo Pinche-Pancho-Pendejo-Puto jajaja. Yo le dije que no era correcto pero ya ven quería que todos se enteraran” Yo nunca quise que se enterara nadie. Si se lo conté es porque confiaba en ella.

Ahora todos me veían feo pero sobretodo Arturo. Aunqué ya ha pasado tiempo todavía pienso en él.

SE ALEJO CUANDO NACIÓ NUESTRO BEBÉ


Mi historia de amor comienza cuando yo tenia 20 años. Conocí a la persona que nunca imagine que me dejaría marcada de por vida. En cuanto cruzamos las primeras miradas nos gustamos. No pasó ni una semana cuando nos hicimos novios. Para mí era la primera vez que me enamoraba y nunca había sentido lo que sentía por él cada vez que lo miraba y lo tenia cerca.

Nuestro noviazgo fue bonito hasta que decidimos irnos a vivir juntos. Sin planearlo ni esperarlo salí embarazada. Al principio yo no lo quería tener, pero con su apoyo y sus palabras de aliento me animó y me aseguró que todo estaría bien.

Durante todo mi embarazo él cambio mucho. Me dejaba sola mucho tiempo y peleábamos por nada. Cuando nació el bebé, él cambio por completo en todos los sentidos. Ya no me ayudaba con los gastos, ni con el bebé.

Yo ya no aguantaba la situación y nos dimos un tiempo, pero yo sabía que ya no íbamos a regresar porque él no cambiaba. Mi pregunta es que si me quería tanto y amaba mucho, como siempre me lo decia, ¿por qué nunca me lo demostró? ¿Por qué cuando nació el bebé se alejó? ¿Acaso no me quería lo suficiente?

Ya hace un año que nos separamos y son pocas las veces que ha venido a visitar a su hijo, pero me sigue rogando que vuelva con él. Lo sigo amando, pero no puedo volver con él porque él no cambia y ni siquiera hace el intento de cambiar. ¿Cómo sacarlo de mi mente si de recuerdo me dejó un lindo bebé y como olvidar que con él aprendí lo que es amar?

NO HAY EDAD PARA EL AMOR


Soy un hombre de 48 años y mi amada recién cumplirá los 28. La conocí hace un poco más de un año y desde el primer instante sentí algo especial por ella. Estoy casado, mi segundo matrimonio, y no tenemos hijos en común ni podremos tenerlos por que a ella le fueron sacados los ovarios. Mi esposa es una excelente persona y yo la trato con respecto, consideración y cariño, no tengo queja de ella, pero, desde que conocí a Isabel no dejo de pensar en ella y se que no esta bien pero no puedo negar que mas que algo especial, estoy completa y felizmente enamorado de ella.

Debo decir que Isabel es una empleada excepcional que me ha permitido desarrollar estrategias que han logrado mejorar las perspectivas de la empresa en estos tiempos tan difíciles. He relegado en ella actividades cada vez más complejas y ha respondido de forma muy efectiva. Con esto quiero dejarles claro que a pesar de mis sentimientos hacia ella, la respeto como profesional y trato de ser imparcial y justo con ella como empleada. Ahora bien no me atrevo a confesarle mis sentimientos por temor a perderla como empleada pero mas que eso temo frustrar su nueva carrera profesional. Le he dicho una que otra cosita mas por impulso que por planificación, es que me es difícil resistirme a sus encantos, a su voz, a su mirada, a su sonrisa.

Por otra parte esta mi esposa, se que no estoy siendo justo con ella, pero que puedo hacer, estoy enamorado de otra, creanme lo he pensado bien y si algún día me atrevo e Isabel me corresponde mi intención es llevarla al altar con todas las de la ley.

ME SIENTO CULPABLE


Mi historia comenzó cuando yo tenía tan solo 13 años. Conocí a este chico que se llamaba Juan, también de 13. No lo conocí directamente, pero un amigo suyo me había dicho que yo le gustaba mucho pero que temía que yo lo rechazara. Con el transcurso del tiempo, el me comenzó a gustar y con el pasar de los meses terminaron las clases y nunca me hablo ni me dijo nada.

Al pasar otra vez 3 largos meses, volvimos a clases y el seguía igual o más hermoso que antes; todo en nuestras vidas coincidían.

Las miradas que nos lanzábamos eran perfectas, nos encantábamos el uno al otro hasta que un día decidí enviarle una inocente carta, la cual decía todo lo que sentía por el. Pero no decía mi nombre, así que al pasar con el tiempo el nunca dijo nada pero yo también llegué a un punto de vivir por él. Lo llegué a llamar el amor de mi vida.

Un día nos toco ir de viaje juntos, y el le hizo una promesa a su amigo, de que me amaría durante toda su vida pero… nunca me lo dijo a mi.

Al correr otra vez los meses llegaron las vacaciones, otros 3 meses separados, pensar en el alivianaba todos mis problemas familiares hasta que llego ese añorado día. Pero él nunca se apareció. Mi vida se sintió vacía. Y unas semanas después su mejor amigo el de la promesa, se olvidó de su amigo y lo que le había prometido. Así que todo siguió, hasta que a mi me comenzó a gustar el chico de la promesa y yo a él, nos hicimos novios y fue allí donde sucedió todo, para nuestro aniversario decidimos ir al cine, porque el iba a presentarme con el resto de sus amigos y allí estaba el, Juan. Me vio y yo lo vi, volvimos a vivir todo de nuevo. Él y su amigo se comenzaron a dar a golpes y Juan muy atormentado lo arrojo por unas escaleras, lo dejo inválido. Mauro, el chico está en silla de ruedas y aún lamento todo lo que pasó. Y Juan desapareció y ya nunca regresó. Y ahora la que se siente culpable soy yo…

LA MIRADA MAS TIERNA



Nunca me gustaron los hospitales, aunque a medida que me fui acostumbrando a ellos mi asco por aquel ambiente aséptico fue desapareciendo hasta convertirse casi en rutina. Aquel día me iban a hacer la enésima prueba en lo que iba de año, en un proceso que se había convertido en algo tan rutinario que, lejos de generarme cualquier inquietud, me invitaba al bostezo.

Como casi siempre, me llamaron con retraso para esperar a la puerta de las cabinas de rayos X. Me apoyé en la pared y miraba donde podía para pasar el rato. Por el pasillo pasaba bastante gente. Muchos viejos y bastantes batas blancas. De vez en cuando alguien abría una puerta y cantaba una retahíla de nombres entre los que no estaba el mío. Paciencia.

De repente, un médico se detuvo junto a mí y se paró a hablar con un señor mayor que esperaba a mi lado, también apoyado en la pared. Por la conversación, supe que se conocían de hace tiempo y supuse que estaba tratando a alguien muy cercano. El viejo, vestido con un abrigo clásico y con cierto punto de elegancia, dijo un par de términos médicos y noté como se le iba la voz cuando le dijo: “está muy mal”.

Al médico le dio tiempo a poco más que a alguna palabra cargada más de ánimo para la lucha que de esperanza antes de que se abriera la puerta de la cabina de los rayos X y saliera abrochándose el último botón de la chaqueta de lana y caminando centímetro a centímetro una mujer pequeña y delgada con el pelo blanco recogido en un moño. Cuerpo diminuto avanzando en pasos diminutos.

Y entonces lo vi. Vi como ella levantó la vista y miró a su marido con unos ojos que yo no había visto nunca. Quizá era pena, quizá cansancio, quizá tristeza, pero de lo que no dudé nunca era de la entrega y el amor que había en aquella mirada. De como el vínculo que unía a aquellas dos personas era más fuerte que cualquiera de las pasiones que yo hubiera sentido en mi vida. Y allí, en lo que quizá fuera la antesala de su muerte, sentí que aquella señora diminuta, débil y enferma me había dado una lección de vida.

Paso a paso, centímetro a centímetro, recorrió en una eternidad los 
escasos metros que le separaban de su marido y otro escalofrío me recorrió el cuerpo al ver que aquel sentimiento era total y absolutamente correspondido. Así se cogieron del brazo y se marcharon lentamente por el pasillo del hospital mientras la enfermera me llamaba a las pruebas.
Fue, sin duda, la demostración de amor más intensa que he visto en toda mi vida.

VIDA, AMOR, MUERTE


Hola me llamo Consuelo y tengo 15 años hace más o menos ocho años conocí a un chico através de mi primo (eran compañeros de colegio) en realidad cuando tienes siete años no te fijas mucho en los chicos especialmente porque son todos insoportables y asquerosos.

Hace aproximadamente tres años lo vi nuevamente y me di cuenta de que era muy guapo y fue extraño… hablamos como por media hora y sentí mucha química, pero como yo no creo mucho en el amor no le di importancia. 

Luego de algunos meses me dijo que me amaba y que quería que yo fuese su novia y le dije que sí porque no le tome demasiada importancia.

Paso el tiempo y al final él se dio cuenta que yo no sentía nada (o tal vez lo sentía… ¿Quién sabe?) y terminamos, pero seguíamos siendo amigos.
Luego paso un año y mis papas se separaron entonces entre en una depresión que pensé que no saldría nunca de ahí.

Él estuvo todo el tiempo conmigo apoyándome y entonces me enamore de su mejor amigo, que también era mi mejor amigo y también lo conocí cuando era pequeña. Empezamos a salir. Al final terminamos juntos y ahora que puedo pensar bien las cosas creo que eso pudo ser un poco doloroso para el otro chico; nunca pensé en eso.

Esa relación duro cinco meses y terminamos porque había pasado el tiempo y ya nada era como antes, pero aun así yo seguía amándolo y la pase muy mal por eso… fue la primera vez que enserio me había enamorado y ahora seguimos siendo amigos.

Después en las vacaciones conocí a otro chico y después de dos días me pidió ser su novia y bueno… yo le dije que sí por todo eso del amor de verano y no le di importancia. No duramos mucho porque yo no estaba enamorada de él, sino del hecho de que alguien me amara. En fin eso me ayudo a superar mi depresión.

Cuando volví a clases me enfoque en mi vida y en mis amigas, era completamente feliz hasta que ese chico entro de nuevo en mi vida e insistía, pero indirectamente. Yo no sabia si seguía enamorada de mi ex así que espere y deje pasar y pasar el tiempo hasta que me di cuenta que enserio sentía algo por él y que él era perfecto para mí… era como si el fuese para mí y estuvo esperándome por tres años e incluso aguanto que ligara con su mejor amigo.

Ahora llevamos casi cuatro meses juntos y no sé si lo amo de verdad y tampoco sé si no quiero enamorarme porque me da miedo que pase algo y terminemos… como que me da miedo perderlo o no sé, pero estoy segura que el me ama.