domingo, 3 de noviembre de 2013

EL CHICO CON EL Q SOÑE


Tengo 15 años, pero todo comenzó cuando tenía 9 años. Yo todas las mañanas siempre me despertaba con una sonrisa en la cara, ya que siempre soñaba con un niño super guapo de unos 12 años. Él era más alto que yo, su piel era clara, sus ojos eran de un color café muy bonitos, su cabelllo era negro, igual que el mio. Eso era solo un sueño y pensaba que él formaría parte de mi vida, pero nunca llegó.

Pasaron tres años hasta un día que yo salí con mi mejor amiga a pasear. En un jardín vimos a un primo mio con unos amigos. Él, por educación, nos presentó. Entonces en ese momento lo vi. Vi al mismo chico que había visto en mis sueños. Era igual que lo recordaba. Al momento que estreché su mano sentí como un mariposeo en el estomago y él me dijo que se llama José. Yo quedé encantada y sabía que él tenia que formar parte de mi vida. Yo quedé maravillada con aquel niño, pero llegó el momento de irme a casa, así que me fui y me despedí.

Al día siguiente quería contarle a mi mejor amiga, Anahi, que me gustaba aquel chavo, pero ella también se le veía muy emocionada, así que le pedí que me contara primero. Sentía que se me rompía el corazón cuando ella me dijo que también le gustaba José, así que yo no le dije nada y preferí mentirle diciéndole que me había comprado una nueva pulsera y no dijimos más.

Me decepcionó aun más saber que a los tres días Anahi y José ya eran novios. Me dolía tanto verlos juntos. Pero no lo voy a negar, a veces Anahi siempre tenia sus defectos que ocasionaban problemas. Entre ellos, yo, la verdad. Me hice muy amiga de José y comenzamos a salir (como amigos).

Pasaron dos meses y un día llego como siempre a mi casa algo afligido y triste. Yo me pregunté qué le ocurría, pero el solo se tiro a llorar en mi brazo. Me contó que Anahi lo había terminado porque ella ya era novia de alguien más. Yo me quedé toda la tarde consolándolo y tratando de animarlo.

Pasó un mes de tanto salir juntos y un 12 de julio, como de costumbre, él y yo salimos a dar un paseo, hasta que empezó a llover y empezamos a correr bajo la lluvia. Les juro que me sentí maravillada de hacer eso y así empapada él me ofreció su sudadera porque yo estaba muerta de frío y me la dio. Ya eran como las 8 de la noche, así que me llevó a casa y comencé a bailar sola por mi habitación. Sentía esperanza de que se fuera a enamorar de mí, así que mejor decidí descansar.

Al día siguiente (13 de julio) me desperté con un mensaje en mi móvil que decía “Buenos días dormilona, ¿te parece si nos vemos hoy?” Era de él, así que le respondí “Encantada, en el lugar donde nos conocimos”.

Ya en la tarde nos encontramos en aquel parque donde nos habíamos mojado bajo la lluvia. Él me esperaba y era el momento perfecto para darle su sudadera, así que ya la llevaba en mano. Él se volteo con una hoja en la mano. Era un carta, así que me la dio y decía muchísimas cosas que me dejaron maravillada. Algo así como de que yo le gustaba y que era la mejor amiga que había tenido y que desde el primer momento que me vio yo le había parecido muy guapa, que no había entendido porque salio con Anahi y no conmigo.

Después de que termine de leer aquella carta la doblé y él me tomó de la mano y me llevó a un roble donde habíamos puesto nuestras iniciales. Se sentó en el pasto y me invitó a sentarme con él. En eso él me hizo un gesto para que volteara a mis espaldas. En el árbol estaba grabada una pregunta que yo anhelaba desde hace años, algo así como “¿Quieres ser mi novia?” Obviamente, yo acepté maravillada y en ese momento, como era verano, comenzó a llover otra vez y corrimos como el día anterior.

Ese será un día que no olvidaré y que hasta la fecha sigue siendo importante para mí porque yo aún sigo con él y lo amo de verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario