sábado, 2 de noviembre de 2013

LO ENGAÑE, AHORA SOY FELIZ



No sé como empezó todo, quizás fue su carácter, el mío o las difíciles situaciones económicas y familiares que se viven en estos tiempos. Lo cierto es que éramos felices, a nuestra manera, reíamos, compartíamos el mate, estábamos juntos siempre, éramos compañeros, no me di cuenta de todo eso. El me cuidaba mucho, era quien traía la comida a casa, era quien me cuidaba cuando estaba enferma, quien me abrazaba cuando dormíamos, no me di cuenta de todo eso. Pero no todo era color de rosa, teníamos muchas discusiones, el me insultaba mucho argumentando que yo me equivocaba siempre, peleábamos, no me di cuenta de todo eso, no me di cuenta que es lo mas normal, que en todas las parejas pasa y que ellos los hombres reaccionan así solo porque nosotras no sabemos decir “perdón, me equivoqué”.

En un momento de nuestras vidas la situación económica empeoro -“lo se, siempre es el maldito dinero el que trae problemas”- fue ahí cuando le propuse que yo también consiguiera un trabajo para poder ayudarlo con las cuentas, tampoco me di cuenta de todo eso. No me di cuenta que el siempre trabajo para que yo descanse, no me di cuenta que el era feliz si me veía feliz a mi. Sin embargo recuerdo que habíamos tenido momentos muy felices, cuando por ejemplo compro nuestro auto, cuando me regalaba cosas en navidad, hacia asados e invitaba a mis padres haciendo lo imposible para que a sus suegros no les falte nada y se sientan cómodos.

Finalmente conseguí trabajo, un trabajo en el que conocía y hablaba con mucha gente, hasta que un día apareció el, insistente, bien vestido, de buen pasar, buen mozo. Me hablo, me hizo reír, me pregunto cosas y finalmente me atrajo a sus redes, ya era tarde, en poco tiempo ya le había pasado mi numero de celular, el me llamaba, me mandaba mensajes, me decía cosas lindas. Fue tan insistente que un día cedí hasta besarlo, pero que había hecho, mientras mi marido trabajaba yo lo había engañado, disfruté el momento, pero al llegar a casa no pude ver a mi marido a los ojos. Sin embargo, el me abrazo igual que siempre, me beso y me acaricio, mientras tanto la culpa destruía mi corazón.

Sin contarle nada a mi marido, continué con esta doble vida, hasta que finalmente empeore la situación, me acosté con el otro tipo. No se porque lo hice, quizás por todos los problemas que tenia con mi marido, por los momentos difíciles, por el maldito dinero, o por una simple calentura. Mientras tanto mi marido seguía trabajando para que progresemos, cuando nos vimos en casa, me sentía tan sucia que me daba ganas de vomitar por lo que había hecho, sin embargo mi marido me siguió cuidando, abrazando y dándome cariño ya que yo no decía nada de la situación, el confiaba en mi porque estuvimos 7 años juntos.

Estuve haciendo esta doble vida por mas de un mes, finalmente decidí terminarlo, lastima que elegí la forma equivocada. Estaba cegada con el nuevo tipo que había tocado mi cuerpo, entonces empecé a comportarme mala con mi marido, trataba de iniciar situaciones de pelea, no le hacia el amor, no le hablaba, lo esquivaba para no verlo, en fin, lo lastime muchísimo hasta que finalmente le dije que me quería ir de casa.

Un día cuando regreso de su trabajo yo ya no estaba, creo que no lo hice así para lastimarlo, creo que lo hice así para no verlo sufrir. El se quedo totalmente solo ya que no teníamos hijos, solo nuestro gatito, al cual los dos queríamos mucho y dormíamos con el, y yo me fui con mi familia argumentando que había muchas peleas entre nosotros por lo que me recibieron con mucho cariño. Lamentablemente continué andando con este tipo, acostándome con el, haciendo cosas sexuales que no hacia ni con mi marido, y además durante 3 semanas continué yendo a ver a mi marido a casa con nuestro anillo de casados y todo para que el no sienta la soledad tan repentinamente, hasta que finalmente me saque el anillo y no le di mas besos ni lo dejaba que me acaricie. Luego en un momento que no recuerdo bien como fue que le conté porque me había ido de casa, le dije que lo engañe con otro hombre, parecía que su corazón iba a explotar de tristeza, en ese momento creo que le di el abrazo mas calido del mundo.

Luego dijo que no le importaba, que me perdonaba, que por favor volviera, y yo me comporté como una perra. Como siempre había cosas de las cuales no me di cuenta, que yo estaba en todos sus proyectos, que era el amor de su vida y que lo estaba lastimando muchísimo. Nada de eso me importo yo seguía con el otro tipo, el cual luego de que me hiciera el amor ya no demostraba interés en mi, lo que me atraía mas y mas hacia el (si, la típica calentura), finalmente me entero que el también tenia novia, solo que el no dejo nada por mi. En ese momento se me vino el mundo abajo, lo había dejado todo por un tipo que ni siquiera conocía, mi casa, mi auto, mi gato, mi vida, mis cosas, y lo mas importante en mi vida, mi marido, incondicional compañero, amor infaltable, cariño de mi alma.

Ya era demasiado tarde, cuando me hice la pregunta ¿que gane y que perdí con engañar a mi marido? Gané algunas noches de sexo, pero perdí toda mi vida y lastime a la persona que me había elegido como su esposa, que me dio todo su amor, su corazón, su cariño. Pero ahora como volver con el, que tenia que hacer, tenia tanto miedo de que me rechace por lo perra que fui. Lo primero que hice fue decirle a este imbécil que apareció en mi vida que ya no lo quería ver más o sino se lo iba a contar a su novia, que no me llamara ni me mandara mensajes y que no se atreviera a aparecer en mi trabajo. Pensé mil veces en lo que debía decirle a mi marido, en que iba a decirle ante sus ojos mansos, ante su carita triste, ante su corazón destrozado, ante su cariño.

Ni siquiera lo llame por teléfono, fui directamente a casa, golpee la puerta, y allí estaba el, me dijo: “Pasa mi amor”- , lo abrace y lo único que le dije es “perdón” y me largué a llorar como nunca lo había hecho en toda mi vida y el sin embargo me abrazo con todo su cariño y me decía –“Bueno, ya está mami, no llores, ya pasó mi vida, abrázame fuerte que se te va a pasar”.

Estuve llorando por horas, recuerdo que el me hizo un te calentito y me besaba las manos hasta que me empecé a calmar, pero tenia tanto dolor dentro mío por el dolor que le cause a el que no podía parar de llorar, creo que dios me castigo. Esa misma noche fuimos hasta la casa de mis padres y volví a buscar mis maletas, regrese inmediatamente a mi casa en un remis con mi marido, mi compañero incondicional en esta vida, mi dueño. El próximo paso fue contarles la verdad a mis padres ya que encima había dejado a mi marido como culpable, fue todo terrible mis padres no sabían como pedirle perdón ya que muchas veces que mi marido llamaba a casa de mis padres le cortaban bruscamente el teléfono por orden mía.

Hoy en día ya tenemos 2 hijos y somos mas felices e inseparables que nadie, lo amo con toda mi alma y todavía estoy arrepentida y lloro mucho cuando estoy sola por lo que hice ocultándome de mis hijos. De todas formas nunca fui tan feliz como soy ahora, como mi marido me cuida nadie lo haría jamás.

Por eso yo les digo a las parejas que se separan por esa estupidez llamada engaño, traición o mejor dicho calentura, que vuelvan a estar juntos, solo hace falta saber decir “perdón”.

Si a alguna persona le pasó algo similar me gustaría que me contacte por mail para chatear, eso me haría muy bien a mí y a esa persona, además puede contarme su caso y puedo aconsejarla sobre el tema, o sobre como hacer para volver con su pareja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario