domingo, 3 de noviembre de 2013

MI AMIGA ME TRAICIONO


Hola mi nombre es Lizbeth y mi historia de amor es esta. Cuando tenia 13 años me enamore de un chico de otro salón (El chico que todas querían). Un día me di cuenta que se estaba fijando en mi y se dio cuenta que yo me fijaba mucho en él.

Después de unos días me pregunto mi nombre y cuando le respondí “Lizbeth” puso una cara de felicidad. Le quise preguntar su nombre, pero me dio mucha pena y él se fue. Le pregunte a una amiga cuál era su nombre: “Creo que Roberto” y pensé que era un bonito nombre, pero no estaba segura si así se llamaba.

Unas semanas después me metí al Facebook como de costumbre y vi que tenia dos solicitudes de amistad y una de ellas era suya (me di cuenta por su foto): “Se llama Arturo”. Empezamos a hablar por Facebook, a conocernos poco a poco. Me decía cosas muy bonitas.

Cierto día me pidió que lo viera en el centro de la cancha de la escuela el día siguiente. Ese día estaban muchas personas ahí viéndome con risas mal disimuladas, cuando vi a Arturo le pregunte “¿Sabes qué pasa aquí?” “Si… Me hubiera gustado que no estuvieran aquí” “¿Por qué dices eso?” “(Respiración nerviosa) ¿Quieres ser mi novia?” La pregunta me tomo por sorpresa. “Sí”. Cuando pronuncié esa pequeña frase todos empezaron a gritar y empezaron a corear “Lizbeth y Arturo, Lizbeth y Arturo” En ese momento me sentí como si fuera uno de los personajes principales de una película de amor.

Nos empezamos a todas horas que pudimos. Me sentía maravillosa. Lástima que eso no duro mucho tiempo: “Tenemos que terminar” “¿Por qué?” “La maestra me regaño por que según ella estamos muy chiquitos para ser novios”. “Te prometo que regresaremos a ser novios” “De acuerdo”.

Una semana después me di cuenta que ya tenia otra novia.

Le pregunte a la maestra (La culpable de la ruptura según esto) que, que opinaba sobre tener novios a esa edad y me contesto “Nada. Ustedes pueden hacer lo que quieran, pero si salen llorando es su culpa por no haber pensado las consecuencias”.

Esa respuesta me lastimó profundamente. Lloré mucho, decidí borrarlo de mis amistades, aunque de vez en cuando veía como le iba. Le puse un apodo en secreto “Pinche Pancho Pendejo Puto”. Un día se lo confié a una amiga y al día siguiente todos me veían con cara de pocos amigos.

En la casa me metí a mi Facebook y vi que me etiquetaron en una publicación junto con Arturo. Decía “Lizbeth le dice a Arturo Pinche-Pancho-Pendejo-Puto jajaja. Yo le dije que no era correcto pero ya ven quería que todos se enteraran” Yo nunca quise que se enterara nadie. Si se lo conté es porque confiaba en ella.

Ahora todos me veían feo pero sobretodo Arturo. Aunqué ya ha pasado tiempo todavía pienso en él.

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