jueves, 24 de octubre de 2013

ME TRATABA COMO A UNA PRINCESA


Escribo para poder desahogarme y sacar todo lo que he llevado estos meses dentro de mí y quizá así pueda llevar todo esto de la mejor manera posible, ya que ahora mismo me esta causando un dolor que nunca antes había sentido. Pese a haber sufrido muchos desengaños en el amor, este ha sido sin duda el peor de todos, porque por una vez en mi vida creía haber encontrado a la persona con la que compartir el resto de mi vida.
 
Se hace imposible querer tanto a una persona en tan poco tiempo, pero eso me ha pasado a mi. Nunca imaginé conocer a alguien y sentir todas estas cosas. En apenas siete meses ha sido una experiencia maravillosa, pero a la vez dolorosa por el desenlace.

Con mi edad he conocido lo que es el amor de verdad y que le importes a alguien, tanto, que hasta te respete hasta lo ultimo, pidiéndole que se apartara de tu vida para poder sobrellevar todo esto e intentar olvidarle. Aunque ahora mismo es difícil que eso pueda pasar, pese a que lo intento, pero la mente es traicionera y ahora mismo no puedo dejar de pensar en el, desde que me levanto hasta que me acuesto y lo peor es que no se como voy a poder hacerlo, puede ser que esté desentrenada en temas de amor, ya que hacia mucho tiempo que no me pasaba esto y la otra vez que me enamore sabia que la otra persona no merecía nada la pena. Es triste pensar eso de una persona, pero es cierto. En este caso, lo merece mas de lo que el piensa. Quizá su problema es que no se haya dado cuenta todavía de lo que vale. Yo me he dado cuenta de eso en poco tiempo, sin conocerle casi, me he dado cuenta de todo lo que tiene dentro y de lo que no quiere sacar, me he dado cuenta del tremendo complejo que tiene, y no es así. Siento que yo podría haberle ayudado a superar todo eso, siento que podíamos haber sido felices los dos juntos. Yo lo hubiera dejado todo por él, me hubiera ido al fin del mundo por el y hubiera hecho muchos sacrificios. Es raro pensar eso cuando apenas conoces a una persona- y yo sé que soy muy impulsiva- no pienso demasiado lo que digo, me dejo llevar por mis actos, asumiendo después las correspondientes consecuencias, pero cuando tienes tan claros tus sentimientos, el resto te importa bien poco.

Mi historia empieza en el mes de abril. Conozco a un chico paciente de la clínica donde trabajo, y al principio, bien, si me fijé un poco en él, pero tampoco le di mucha importancia. Él se fue porque iba a ser operado y a las 3 ó 4 semanas regreso para comenzar su recuperación. Entonces fue en ese mismo momento cuando comenzó todo para mí. Él cada día se paraba a hablar conmigo, intentaba sonsacarme una sonrisa, ya que para mi ir a trabajar era y es un autentico suplicio, ya que mi trabajo no me reporta ningún tipo de satisfacción profesional, pero el estaba ahí y eso hacia que cada día me levantara con ganas de llegar, verle y cruzar con el, alguna que otra palabra y mirada de complicidad, era el mejor momento del día.

Así, sin quererlo, me fui enamorando de él. Yo no sabia que hacer, ya que era una situación nueva para mi, puesto que no me había fijado nunca antes en ningún paciente, mas que lo típico de decir, que mono este o aquel. Pero con él, todo era distinto, no era su físico lo que me importaba. Había otras cosas mas importantes, hacia mis conjeturas de cómo seria su vida, si estaba casado, si tendría novia… Hasta que nuestra relación fue cada día mas estrecha y él me dijo que no tenia pareja.

Entonces fue cuando decidí (pese a mucho pensarlo y animada por mis amigas) a buscarle por Facebook y mandarle un mensaje, diciéndole lo mucho que le daba las gracias por pararse a hablar conmigo todos los días ya que nadie lo hacia, y el enseguida me correspondió. Ahí empezó todo un aluvión de mensajes, llegamos a quedar un día, y me di cuenta de lo mucho que nos atraíamos y el buen feeling que teníamos. El verano sucedió rodeado de mas mensajes y de ganas de verle, deseando de llegar a mi lugar de residencia después de las vacaciones, hasta que- por fin- volvimos a vernos y empezar toda esa historia que estuvimos dejando pasar.

Fueron las tres semanas mas maravillosas de mi vida, compartiendo muchas cosas, sintiendo cosas que en mi vida lo había hecho, volviéndome a sentir deseada por alguien, olvidándome de todas mis inseguridades, ya que con él me sentía la mujer mas segura de la tierra. Ya podía pasar lo que fuera, que me daba lo mismo, porque le tenia a el.

Hasta que un día todo eso cambio, de la noche a la mañana, y sin que me diera lugar a pensar nada de eso, puesto que su comportamiento conmigo era de devoción completa. Pero él decidió priorizar por su trabajo y sus estudios y el no estar preparado para nuevamente asumir una relación se le hacia cuesta arriba, y fue ahí, cuando todo mi mundo se vino abajo, no creía lo que estaba pasando, no podía entenderlo y sigo sin poder hacerlo.

Pese a que ha pasado algo mas de un mes, después he querido seguir alargando la historia porque veía como él reaccionaba cuando estaba conmigo y solo me importaba retenerle una noche mas, a cambio de nada, porque sabia que solo iba a poder ser eso. Es por ello que decidí pedirle dejar de hablar y dejar de vernos ya que mis sentimientos son enormes y no se como poder encajar todo esto todavía.

Pese a ello, me siento fatal porque le sigo viendo y porque no quería haber llegado hasta los extremos que he llegado con pedirle tal cosa. Ahora le veo y es como si estuviera a mil años luz de mí y me duele, pero no sé que hacer. La última vez que le he visto no me ha gustado su cara. Creo que él lo está pasando mal también, intuición supongo, porque es una situación bastante incomoda para los dos. Como él dijo una vez, somos muy malos actores y no sabemos disimular lo que pasa entre nosotros.

Ahora sólo me queda cuando pasa por mi lado o en la sala en la que ha estado, el poder oler su perfume y el poder mirarle cuando entra y sale por la puerta donde empezó todo… Ya estoy pensando en qué le voy a escribir en un mes o dos, porque no creo que pueda aguantar tanto tiempo sin hablar con él, ya que si no le tengo como pareja, me gustaría tenerle como amigo, eso si que lo tengo bien claro, porque es un hombre maravilloso, con muchísimas actitudes y cosas buenas. Simplemente creo que no era el momento para él. El haber sufrido tanto en su anterior relación, jugó mucho en su contra y a su vez en la mía.

Pese a ello, echo de menos todo de él: sus ojos, sus manos, su maravillosa sonrisa, su manera de hablar que ni yo misma conseguía comprender como un chico como el, con tanta cultura dentro, se fijara en una paleta como yo. Pero que a la vez, él no me hacia sentir así, porque me trataba como a una princesa. Eso ha sido lo mejor de todo, su manera de tratarme, ya que nadie lo había hecho antes así pese a que yo se lo decía. Él creo que nunca llego a creerme. Cada día es un suplicio para mí, le veo en todas partes, pienso que me le voy a cruzar al doblar cada esquina y solo me queda su recuerdo, tan reciente en el tiempo pero tan lejano a la vez.

Sé que por mucho que quiera me va a costar olvidarlo, porque ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Con él me he dado cuenta de que existen hombres que merecen la pena, no solo capullos interesados (por mal que suene) y que me va a resultar difícil encontrar a otro como él.

Hay gente que me dice que me olvide, que haga mi vida, otros me dicen que puede ser que él esté confuso y que a lo mejor la distancia le haga otra vez volver a acercarse. No lo sé… pero si esto ultimo pasara, sé que seria la mujer mas feliz del mundo y que correría como una loca a sus brazos. Aunque hoy por hoy, lo veo difícil, ya que tiene claras sus preferencias y yo no encajo mucho en ellas. Pese a todo le quiero, le querré y tendrá un lugar importante en mi corazón.

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