martes, 8 de octubre de 2013

PAPI, ¿TIENES TIEMPO PARA MÍ?




Papi, ¿cuánto ganas? Dijo el pequeño con voz tímida fijando sus expresivos ojos en su agotado padre que llegaba del trabajo.

"No me molestes, hijo. No ves que vengo muy cansado!!

"Pero, papi. Dime por favor, ¿cuánto ganas?" Insistió.

"Doscientos pesos al día". Respondió el hombre irritado con tal de quitárselo de encima.

El niño se asió de su saco y le dijo..."Papi, ¿me prestas cien pesos?

El padre monto en cólera y tratando con brusquedad al niño, le dijo: "Así que para eso querías saber cuánto gano. Vete a dormir y no me estés molestando, Muchacho aprovechado.
Ya había caído la noche cuando el padre se puso a meditar sobre lo ocurrido. El incidente lo hizo sentirse culpable. Tal vez su hijo quería comprar algo. Había estado muy ocupado en el trabajo últimamente y no estaba al tanto de los acontecimientos del hogar. Queriendo descargar su conciencia dolida, se asomó a la habitación del pequeño.


"Hijo, ¿estas dormido?

El niño abrió los ojos a medias.

"Aquí tienes el dinero que me pediste. ¿Para qué lo querías?".

Tallándose los ojos, su hijo metió la manita debajo de su almohada y saco varios billetes arrugados. Es que quería completar. ¿Me vendes un día de tu tiempo?

Reflexiona... ¿cuánto tienen en que pagar tus seres queridos para comprar un día de tu tiempo? Tu tiempo en el trabajo, en la escuela o en tus labores puede costar cierta cantidad pero, ¿cuánto vale realmente el tiempo que le dedicas a todo eso? O mejor dicho, ¿cuánto vale todo lo que dejas de hacer a cambio de un poco de dinero?

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