sábado, 5 de octubre de 2013

SIEMPRE PARA TI




Desde la primera vez que lo vi, me enamoré de su sonrisa, de su mirada.

Deseaba poder tocar sus manos, perderme entre sus brazos... Pero era tarde, pues entre mis brazos se acurrucaba un bebe, fruto de mi reciente matrimonio.

Dios! Porque no lo conocí antes? Cada día buscaba reflejarme en su mirada, y él cada día esperaba mi saludo; era todo lo que yo podía darle, primero "los buenos días" después un "hola, como estas?".

Entre saludos y mis niños fue creciendo en mi, el amor y la pasión que aún siento por él, sé que también se enamoró de mí, lo veo en la forma en q me mira, lo siento cuando roza mi piel, en su saludo, disimulando ante la gente, sé que quisiera abrázame, tenerme a su lado.

Y aunque no es casado, yo sigo atada al papá de mis hijos, han pasado casi 20 años desde que nuestras miradas se entrelazaron, tan fuertes que ni siquiera mi conciencia ha podido separar... He sido suya, me ha pertenecido, sé que no debo quererlo pero mi corazón me exige su mirada.

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